Ruptura Tito-Stalin

La ruptura entre Tito y Stalin, ruptura yugoslavo-soviética o ruptura soviético-yugoslava fue un conflicto político-ideológico que tuvo lugar dentro del movimiento comunista, entre quienes fuesen los líderes máximos de Yugoslavia y la Unión Soviética, Josip Tito Broz y Iósif Stalin respectivamente, la cual terminó con la expulsión en 1948 de Yugoslavia de la "Oficina de Información Comunista" (más conocida como Kominform) y del Bloque del Este. Inicialmente parecía que el enfrentamiento se debía a la «deslealtad ideológica» de Yugoslavia hacia la Unión Soviética en particular y hacia la ortodoxia marxista-leninista en general (esto debido a la interpretación heterodoxa del marxismo-leninismo que hizo Tito —la cual recibió el nombre de «titoísmo», el nombre de aquella corriente comunista disidente se debe a su creador, el mariscal Tito—, y que por tanto, se alejó de los postulados fundamentalistas que se imponían en la Kominform), o que tendría origen en el orgullo nacionalista de Tito que le impedía someterse sin crítica alguna a la voluntad de Stalin. Pese a ello la mayor parte de la evidencia posterior sugeriría que la ruptura estaba más bien basada en el temor de la URSS a los planes expansionistas de Tito de unificar a Yugoslavia con Albania, con la Macedonia Griega y con Bulgaria, formando una extensa "Eslavia del Sur" (lo cual es precisamente la traducción literal de la palabra "Yugoslavia" en serbocroata), creando así un Estado eslavo bajo el liderazgo de Tito pero fuera del control de Stalin.[1]​


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